Este ungüento está indicado para pieles muy secas, con eccemas, picores, pequeñas heridas…
Calma el picor, reduce los eccemas, ayuda a regenerar la piel afectada.
Ingredientes:
100 ml Aceite de almendras macerado de grosellero negro
30 gr Cera de abeja pura
10 gotas Aceite esencial de Árbol de té
10 gotas Aceite esencial de lavanda
Procedimiento:
Lo primero que hay que hacer es macerar las hojas y yemas de grosellero negro en aceite (almendras, semillas, oliva,..) Se llena un frasco de vidrio de la planta y después se rellena con aceite, se cierra bien y se deja a la luz del Sol y la Luna al menos una ciclo lunar.
En un cuenco de cristal ponemos el aceite y la cera de abeja, y lo calentamos al baño maría hasta que se funda la cera. Utilizar una cuchara de madera para remover. Nosotros hemos utilizado una cera de abeja tan pura que contenía trazas de propóleo, por eso es un poco más oscura la mezcla.
Sin quitarlo del calor del agua, añadimos los aceites esenciales. Ya está listo para pasarlo al recipiente final, que previamente habréis limpiado, simplemente tener unos minutos en agua hirviendo es suficiente. Lo secáis bien con un papel.
Una vez relleno el recipiente, lo dejáis enfriar sin tapar, para que no se condense el calor y estropee el ungüento.
¡¡Listo!!
Así de fácil.
Si no sabéis donde comprar los productos, me podéis preguntar.